Viaje en carretera por Alemania: 10 pequeñas ciudades y pueblos que visitar
Cuando uno escucha hablar de Alemania, piensa en Berlín, Hamburgo, Múnich y otras grandes ciudades famosas. Sin embargo, la Alemania auténtica e históricamente interesante está oculta en las pequeñas ciudades y pueblecitos que no han sido tocados por los arquitectos modernos. Los pequeños pueblos y aldeas de Alemania permiten una inmersión total en la cultura local y en la increíblemente larga, escabrosa e intricada historia del país. La gente que reside en estos pueblos también es más abierta a los turistas, ya que la circulación del turismo en ellos no es tan densa como en las grandes ciudades. Considera la posibilidad de embarcarte en una excursión por las pequeñas ciudades de Alemania para conocer mejor el país y contemplar increíbles puntos turísticos que datan de cientos y cientos de años.
Situada entre Heidelberg y Stuttgart, Bad Wimpfen es una joya medieval del sur de Alemania. En la década de los 1750s se perforó por toda la ciudad en busca de fuentes de agua salada, que más tarde le otorgaron la reputación de destino como balneario en manantiales de agua mineral. Hoy en día, miles de personas visitan la ciudad para disfrutar de baños terapéuticos mientras contemplan las vistas del paisaje europeo.
El Palacio Imperial de Wimpfen se alza en la cima de la colina y ofrece una espléndida vista panorámica a sus visitantes. El majestuoso palacio perteneció a la dinastía de los Staufer y forma parte de la estética de la ciudad desde el siglo XII. Visítalo un domingo a las 14:00 horas para participar en una visita al Palacio Imperial y al casco antiguo.
El festival más destacado que celebra la ciudad desde 1391 es el llamado Zunftmarkt, en el que podrás presenciar la obra de numerosos artesanos, músicos, bailarines y otros artistas. Todos los años, durante el último fin de semana de agosto, los turistas pueden echar una ojeada a las artes medievales, la música y la artesanía que ofrecen los lugareños.
La ciudad de Quedlimburg, que quedó intacta tras las guerras del siglo XX, está protegida por la UNESCO. A menudo se hace referencia a la ciudad como la cuna de la nación alemana, ya que en el año 919 el Rey Heinrich I fue coronado aquí y gobernó Alemania como ente independiente. Además, Quedlinburg también es conocida como la ciudad en donde la primera mujer en la historia de Alemania recibió el título de médico.
El Palacio de las Abadesas se emplaza sobre la montaña y contiene artefactos que se remontan a las Eras de Hielo y de Bronce. El museo del castillo también exhibe los tesoros de Quedlinburg, como manuscritos, joyas, espadas y otros objetos que datan de los siglos X, XI y XII y que tienen sus propias historias fascinantes. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, los tesoros fueron sustraídos por un lugarteniente estadounidense y enviados a Texas, en donde permanecieron hasta 1992. Desgraciadamente, su familia vendió algunos objetos, pero el resto de la invaluable colección fue devuelto sano y salvo al museo.
Si quieres explorar los pueblos aledaños y disfrutar de las sobrecogedoras vistas de la montaña de Brocken, puedes dar un paseo en el tren de vapor. Conocido como Harz Narrow Gauge Railways, te ofrece una experiencia única el subir a un tren de vapor que funciona a lo largo de todo el año.
Una de las tres ciudades alemanas que conservan sus murallas aún intactas, Rothenburg es el mejor pueblecillo de Alemania que se puede visitar para disfrutar de un flagor medieval y sumergirse en la riqueza de su historia. La arquitectura combina el encanto del medioevo y destaca estilos góticos del siglo XIII. Los turistas pueden explorar numerosos museos, únicos en su especie, y sumergirse en la cultura local mientras disfrutan de las asombrosas vistas del paisaje bávaro.
Uno de los lugares más populares para visitar en Rothenburg es el Museo Alemán de la Navidad, que presenta toda la historia de las celebraciones navideñas alemanas, incluídas tarjetas, árboles, calendarios de Adviento y decoraciones únicas de Erzgebirge. En el mismo edificio se encuentra la tienda de Navidad, que funciona desde abril hasta finales de diciembre y ofrece una gran variedad de dulces y adornos locales. Otra atracción notable es el Museo del Crimen y la Justicia, que exhibe objetos de la historia alemana relacionados con los métodos de tortura y castigo que se impartían durante la época medieval.
Si tienes la oportunidad de pasar una noche en Rothenburg, aprovecha a unirte a la excursión del Guardia Nocturno. La visita no se realiza por la noche, sino que por la tarde, a las 20:00 horas, y en ella un vigilante nocturno, vestido con una capa negra y llevando un farol de la época, muestra la ciudad a los turistas. Aprenderás mucho sobre la historia de la ciudad, escucharás divertidas anécdotas y disfrutarás de una experiencia única e inolvidable.
Enclavada en los majestuosos Alpes, Füssen es conocida por ser la ciudad bávara a la mayor altitud. Gracias a su ubicación, la ciudad es un destino famoso para los entusiastas de los deportes de invierno y los atletas profesionales. Históricamente, Füssen fue un importante lugar de comercio y el centro del trabajo artesanal relacionado con el laúd. Hoy en día, los turistas pueden disfrutar de una impresionante arquitectura medieval y gótica, fabulosos centros turísticos y exposiciones de arte de incalculable valor, entre otros lugares que visitar en Füssen.
El Palacio Alto de Füssen es uno de los castillos del gótico tardío que aún permanecen en buen estado de conservación en el sur de Alemania y alberga una impresionante colección de obras de arte góticas y renacentistas. Otro punto digno de destacar es el antiguo monasterio benedictino de St. Mang, fundado en el siglo VIII. La ciudad está cubierta de asombrosas iglesias barrocas en las que se puede contemplar el fresco más antiguo de la región, de más de mil años de antigüedad.
Durante tu visita a Füssen, puedes hacer un corto viaje en tren y echar un vistazo al destino turístico más popular de Alemania, el castillo de Neuschwanstein, así como al menos conocido Hohenschwangau. Si quieres saber más sobre el lugar sin gastar demasiado en un guía turístico personal, considera la exclusiva opción de una visita guiada por teléfono móvil. Cuando llegues al lugar, puedes llamar a un número local y escuchar una historia pregrabada sobre los monumentos.
Lindau está construida sobre el lago Constanza (Bodensee en alemán) y limita tanto con Suiza como con Austria. El casco antiguo está embellecido con edificios medievales y se encuentra en una isla a la que se llega por un puente desde tierra firme. En verano se puede practicar el senderismo, la vela, el ciclismo e incluso la natación. En épocas más frías, los lugares que visitar en Lindau se extienden a numerosos museos, una maravillosa arquitectura barroca y un fácil acceso a los países vecinos.
Esta joya bávara atrae a millones de turistas con su pintoresca vista del puerto, incluyendo el Faro Nuevo, que data de 1853, y el Faro Viejo, del siglo XIII. Puedes visitar el Faro Nuevo y disfrutar de una increíble vista de la ciudad, del lago y de las montañas circundantes.
Durante tu visita a Lindau, puedes pasar por la isla de Mainau, más conocida como La isla de las mariposas. Los botánicos locales trabajan muy duro para preservar y cuidar y proteger la fauna y flora de la isla con 120 especies de mariposas, más de 30 mil rosales y docenas de plantas, tanto comunes como raras. Incluso puedes ver secuoyas gigantes de más de 150 años.
Situada en el norte de Baviera, Bamberg ostenta el título de la ciudad con el primer libro alemán publicado. Aunque todavía se discute, los investigadores creen que Gutenberg imprimió en Bamberg una edición actualizada de la Biblia en lengua alemana. Llena de palacios del siglo XVI, iglesias que datan del siglo XI y residencias de diversas épocas, la ciudad tiene un interesante aspecto y sensación eclécticos. En 1993, Bamberg fue reconocida por la organización de la UNESCO y permanece protegida bajo sus directrices.
Bamberg es un escenario ideal para los expertos y aficionados a la arquitectura y permite a los visitantes ver cómo ha evolucionado esta disciplina a lo largo de los siglos. La Catedral de Bamberg data del siglo XI y representa el estilo gótico temprano. El castillo de Altenburg tiene su origen en el mismo siglo, pero ha sufrido numerosas renovaciones y ha añadido estilos posteriores. Al mismo tiempo, dentro de otras cosas que ver en Bamberg se ofrece una mirada renacentista a través de la Neue Residenz y el Schloss Seehof.
Además de su fascinante y escabrosa historia, sus impresionantes vistas y sus interminables cadenas montañosas, tanto Baviera como incluso el resto de Alemania son conocidas por sus cervecerías. La cervecería local más impresionante de Bamberg, Schlenkerla, ha sido la atracción de la ciudad desde 1405. En tu visita a Bamberg, puedes degustar de una famosa cerveza ahumada que todavía se fabrica a mano y se sirve a la antigua usanza, utilizando barriles de madera
En el lado opuesto del país, puedes explorar Tréveris, que en alemán se llama Trier, una ciudad con un fascinante trasfondo histórico. Fundada en el año 15 a.C., Tréveris fue la capital del Imperio Romano de Occidente o Sacro Imperio Romano Germánico. La ciudad aún conserva la influencia de la época romana, incluidos los baños imperiales, un anfiteatro y una de las cuatro puertas originales de la ciudad llamada Porta Nigra. En la actualidad, dentro de los lugares destacados que puedes visitar en Trier, podrás encontrar un estilo ecléctico del imperio romano junto con arquitectura gótica, renacentista, barroca y moderna.
En ningún otro lugar de Alemania podrás observar tantos artefactos tan bien conservados de la época romana. Aprovecha una oportunidad para conocer los baños imperiales y la puerta que queda, para capturar el ambiente y la cultura de la época. Tréveris también figura en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que incluye ruinas romanas, una catedral del siglo IV y la Iglesia de Nuestra Señora, que data del siglo XIII.
Aunque los baños imperiales nunca se terminaron debido a la decadencia del Imperio Romano, 30 años de construcción dejaron intrincados túneles subterráneos y un complejo de tuberías y hornos. El lugar se puede explorar y ofrece una experiencia única, entre otras cosas que ver en Tréveris. Además, puedes visitar el museo del período romano para conocer los dos mil años de historia de la ciudad, incluyendo arte romano, como mosaicos, monedas, joyas y mucho más.
Cochem, la capital de distrito más pequeña de Alemania, cuenta con apenas 5.000 habitantes. Es una de las ciudades alemanas más bellas, conocida por el impresionante castillo de Cochem, el Schloss Reichsburg, y su festival anual del vino. También influenciada en gran medida por los romanos, la ciudad no consiguió conservar muchos monumentos de aquella época, pero sí continuó con la gran tradición de la vinicultura.
Aunque el castillo de Cochem fue reconstruido en el siglo XIX, algunos de los elementos originales quedaron intactos. El castillo, uno de los lugares más destacados para visitar en Cochem, ofrece una vista panorámica del río Mosela y de toda la ciudad.
Lo más destacado de la historia de la ciudad es su tradición vinícola, que incluye un festival anual. Como una de las cosas que ver en Cochem, puedes viajar a la ciudad para sumergirte en la cultura local y participar en varias catas de vino en agosto de cada año. El festival también incluye una comida regional medieval que consiste en pan de centeno, caldo de carne, carne de pavo, queso, frutos secos y pan plano. La comida va acompañada de la interesante narración de historias de tiempos medievales, y de espectáculos en vivo.
Probablemente el hecho más conocido de la ciudad sea la famosa conferencia de Potsdam en 1945 que decidió el futuro de la Alemania ocupada. Sin embargo, existe un sinfín de lugares que visitar en Potsdam, tanto arquitectónicos como naturales. De hecho, cuatro de sus parques locales están protegidos por la UNESCO, entre ellos el Parque Sanssouci, el Jardín Nuevo, el Parque Babelsberg y el Parque Sacrow. Únete a una de las excursiones a pie por Potsdam para explorar la belleza de la flora y la fauna locales.
En comparación con las otras ciudades de la lista, Potsdam no es un lugar pequeño, sino que alberga a 180.000 personas. Además de numerosos parques y castillos, puedes explorar un barrio holandés proyectado por un arquitecto neerlandés en el siglo XVIII. El Neues Palais es un enorme palacio barroco erigido para impresionar a los forasteros con su tamaño, majestuosidad, estilo rococó y arte único. Entre las cosas que hay que ver en Potsdam está la villa de Alexandrowka, construida en la década de 1820 por Federico Guillermo III en memoria del zar ruso Alejandro I. Aunque la ciudad carece del encanto medieval de otras pequeñas ciudades alemanas, su impresionante historia y sus magníficos parques valen la pena con la visita.
Cada año, durante el mes de junio, el parque Sanssouci de Potsdam celebra un festival de música dedicado a representar ese arte rítmico de varias épocas en presentaciones con información histórica. Aquí se puede escuchar música auténtica de la Edad Media o del Barroco, así como algunas melodías modernas. Esta atracción de Potsdam sigue siendo una tradición anual desde 1954 y cuenta con decenas de actuaciones a lo largo de tres semanas.
Una de las características más fascinantes de la ciudad es su convivencia con la ciudad polaca llamada Zgorzelec. Lo único que separa a las dos ciudades es un río y un puente que hace que la línea entre ellas sea bastante borrosa. Otro hecho destacable es que la ciudad no se vio afectada por las destructivas guerras del siglo XX y aún conserva el estilo medieval, emparejado con la arquitectura del siglo XIX. De hecho, Görlitz tiene un ambiente tan único e increíble, que ha sido escenario de algunas películas, como Valkiria, La vuelta al mundo en 80 días y El gran hotel Budapest, entre otras.
Construida en la década de los 1400s, la iglesia de San Pedro y San Pablo es una atracción turística habitual y cuenta con un famoso Órgano del Sol que es una obra de arte en sí mismo. Si se visita entre abril y octubre, hay que pasar por la iglesia para escuchar el concierto de música de órgano. Otra actividad divertida es cruzar el puente al otro lado del río para acabar en Polonia. Como ambos países están en la zona Schengen, no hay control aduanero y cualquiera puede visitar la otra orilla en cualquier momento.
La atracción más famosa de Görlitz es La Excursión del Cine, que muestra los lugares de rodaje de las películas mencionadas. Especialmente si eres un fan de alguna película que se rodó allí, disfrutarás reconociendo los lugares y edificios que aparecen en ella.
Como puedes ver, las pequeñas ciudades y pueblitos alemanes tienen mucho que ofrecer, desde una magnífica arquitectura medieval, paisajes impresionantes y encantadoras fiestas locales, hasta vitales puntos de interés históricos. Únete al próximo viaje en el sitio web de free tours y redescubre Alemania de nuevo.
Bad Wimpfen, Baden-Württemberg
Situada entre Heidelberg y Stuttgart, Bad Wimpfen es una joya medieval del sur de Alemania. En la década de los 1750s se perforó por toda la ciudad en busca de fuentes de agua salada, que más tarde le otorgaron la reputación de destino como balneario en manantiales de agua mineral. Hoy en día, miles de personas visitan la ciudad para disfrutar de baños terapéuticos mientras contemplan las vistas del paisaje europeo.
Bad Wimpfen: cosas que hacer
El Palacio Imperial de Wimpfen se alza en la cima de la colina y ofrece una espléndida vista panorámica a sus visitantes. El majestuoso palacio perteneció a la dinastía de los Staufer y forma parte de la estética de la ciudad desde el siglo XII. Visítalo un domingo a las 14:00 horas para participar en una visita al Palacio Imperial y al casco antiguo.
Consejos sobre Bad Wimpfen
El festival más destacado que celebra la ciudad desde 1391 es el llamado Zunftmarkt, en el que podrás presenciar la obra de numerosos artesanos, músicos, bailarines y otros artistas. Todos los años, durante el último fin de semana de agosto, los turistas pueden echar una ojeada a las artes medievales, la música y la artesanía que ofrecen los lugareños.
Quedlimburg, Sajonia-Anhalt
La ciudad de Quedlimburg, que quedó intacta tras las guerras del siglo XX, está protegida por la UNESCO. A menudo se hace referencia a la ciudad como la cuna de la nación alemana, ya que en el año 919 el Rey Heinrich I fue coronado aquí y gobernó Alemania como ente independiente. Además, Quedlinburg también es conocida como la ciudad en donde la primera mujer en la historia de Alemania recibió el título de médico.
Cosas que hacer en Quedlinburg
El Palacio de las Abadesas se emplaza sobre la montaña y contiene artefactos que se remontan a las Eras de Hielo y de Bronce. El museo del castillo también exhibe los tesoros de Quedlinburg, como manuscritos, joyas, espadas y otros objetos que datan de los siglos X, XI y XII y que tienen sus propias historias fascinantes. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, los tesoros fueron sustraídos por un lugarteniente estadounidense y enviados a Texas, en donde permanecieron hasta 1992. Desgraciadamente, su familia vendió algunos objetos, pero el resto de la invaluable colección fue devuelto sano y salvo al museo.
Consejos sobre Quedlinburg
Si quieres explorar los pueblos aledaños y disfrutar de las sobrecogedoras vistas de la montaña de Brocken, puedes dar un paseo en el tren de vapor. Conocido como Harz Narrow Gauge Railways, te ofrece una experiencia única el subir a un tren de vapor que funciona a lo largo de todo el año.
Rothenburg-ob-der-Tauber, Baviera
Una de las tres ciudades alemanas que conservan sus murallas aún intactas, Rothenburg es el mejor pueblecillo de Alemania que se puede visitar para disfrutar de un flagor medieval y sumergirse en la riqueza de su historia. La arquitectura combina el encanto del medioevo y destaca estilos góticos del siglo XIII. Los turistas pueden explorar numerosos museos, únicos en su especie, y sumergirse en la cultura local mientras disfrutan de las asombrosas vistas del paisaje bávaro.
Cosas que hacer en Rothenburg-ob-der-Tauber
Uno de los lugares más populares para visitar en Rothenburg es el Museo Alemán de la Navidad, que presenta toda la historia de las celebraciones navideñas alemanas, incluídas tarjetas, árboles, calendarios de Adviento y decoraciones únicas de Erzgebirge. En el mismo edificio se encuentra la tienda de Navidad, que funciona desde abril hasta finales de diciembre y ofrece una gran variedad de dulces y adornos locales. Otra atracción notable es el Museo del Crimen y la Justicia, que exhibe objetos de la historia alemana relacionados con los métodos de tortura y castigo que se impartían durante la época medieval.
Consejos sobre Rothenburg-ob-der-Tauber
Si tienes la oportunidad de pasar una noche en Rothenburg, aprovecha a unirte a la excursión del Guardia Nocturno. La visita no se realiza por la noche, sino que por la tarde, a las 20:00 horas, y en ella un vigilante nocturno, vestido con una capa negra y llevando un farol de la época, muestra la ciudad a los turistas. Aprenderás mucho sobre la historia de la ciudad, escucharás divertidas anécdotas y disfrutarás de una experiencia única e inolvidable.
Füssen, Baviera
Enclavada en los majestuosos Alpes, Füssen es conocida por ser la ciudad bávara a la mayor altitud. Gracias a su ubicación, la ciudad es un destino famoso para los entusiastas de los deportes de invierno y los atletas profesionales. Históricamente, Füssen fue un importante lugar de comercio y el centro del trabajo artesanal relacionado con el laúd. Hoy en día, los turistas pueden disfrutar de una impresionante arquitectura medieval y gótica, fabulosos centros turísticos y exposiciones de arte de incalculable valor, entre otros lugares que visitar en Füssen.
Cosas que hacer en Füssen
El Palacio Alto de Füssen es uno de los castillos del gótico tardío que aún permanecen en buen estado de conservación en el sur de Alemania y alberga una impresionante colección de obras de arte góticas y renacentistas. Otro punto digno de destacar es el antiguo monasterio benedictino de St. Mang, fundado en el siglo VIII. La ciudad está cubierta de asombrosas iglesias barrocas en las que se puede contemplar el fresco más antiguo de la región, de más de mil años de antigüedad.
Consejos sobre Füssen
Durante tu visita a Füssen, puedes hacer un corto viaje en tren y echar un vistazo al destino turístico más popular de Alemania, el castillo de Neuschwanstein, así como al menos conocido Hohenschwangau. Si quieres saber más sobre el lugar sin gastar demasiado en un guía turístico personal, considera la exclusiva opción de una visita guiada por teléfono móvil. Cuando llegues al lugar, puedes llamar a un número local y escuchar una historia pregrabada sobre los monumentos.
Lindau, Baviera
Lindau está construida sobre el lago Constanza (Bodensee en alemán) y limita tanto con Suiza como con Austria. El casco antiguo está embellecido con edificios medievales y se encuentra en una isla a la que se llega por un puente desde tierra firme. En verano se puede practicar el senderismo, la vela, el ciclismo e incluso la natación. En épocas más frías, los lugares que visitar en Lindau se extienden a numerosos museos, una maravillosa arquitectura barroca y un fácil acceso a los países vecinos.
Cosas que hacer en Lindau
Esta joya bávara atrae a millones de turistas con su pintoresca vista del puerto, incluyendo el Faro Nuevo, que data de 1853, y el Faro Viejo, del siglo XIII. Puedes visitar el Faro Nuevo y disfrutar de una increíble vista de la ciudad, del lago y de las montañas circundantes.
Consejos sobre Lindau
Durante tu visita a Lindau, puedes pasar por la isla de Mainau, más conocida como La isla de las mariposas. Los botánicos locales trabajan muy duro para preservar y cuidar y proteger la fauna y flora de la isla con 120 especies de mariposas, más de 30 mil rosales y docenas de plantas, tanto comunes como raras. Incluso puedes ver secuoyas gigantes de más de 150 años.
Bamberg, Baviera
Situada en el norte de Baviera, Bamberg ostenta el título de la ciudad con el primer libro alemán publicado. Aunque todavía se discute, los investigadores creen que Gutenberg imprimió en Bamberg una edición actualizada de la Biblia en lengua alemana. Llena de palacios del siglo XVI, iglesias que datan del siglo XI y residencias de diversas épocas, la ciudad tiene un interesante aspecto y sensación eclécticos. En 1993, Bamberg fue reconocida por la organización de la UNESCO y permanece protegida bajo sus directrices.
Cosas que hacer en Bamberg
Bamberg es un escenario ideal para los expertos y aficionados a la arquitectura y permite a los visitantes ver cómo ha evolucionado esta disciplina a lo largo de los siglos. La Catedral de Bamberg data del siglo XI y representa el estilo gótico temprano. El castillo de Altenburg tiene su origen en el mismo siglo, pero ha sufrido numerosas renovaciones y ha añadido estilos posteriores. Al mismo tiempo, dentro de otras cosas que ver en Bamberg se ofrece una mirada renacentista a través de la Neue Residenz y el Schloss Seehof.
Consejos sobre Bamberg
Además de su fascinante y escabrosa historia, sus impresionantes vistas y sus interminables cadenas montañosas, tanto Baviera como incluso el resto de Alemania son conocidas por sus cervecerías. La cervecería local más impresionante de Bamberg, Schlenkerla, ha sido la atracción de la ciudad desde 1405. En tu visita a Bamberg, puedes degustar de una famosa cerveza ahumada que todavía se fabrica a mano y se sirve a la antigua usanza, utilizando barriles de madera
Tréveris (Trier), Renania-Palatinado
En el lado opuesto del país, puedes explorar Tréveris, que en alemán se llama Trier, una ciudad con un fascinante trasfondo histórico. Fundada en el año 15 a.C., Tréveris fue la capital del Imperio Romano de Occidente o Sacro Imperio Romano Germánico. La ciudad aún conserva la influencia de la época romana, incluidos los baños imperiales, un anfiteatro y una de las cuatro puertas originales de la ciudad llamada Porta Nigra. En la actualidad, dentro de los lugares destacados que puedes visitar en Trier, podrás encontrar un estilo ecléctico del imperio romano junto con arquitectura gótica, renacentista, barroca y moderna.
Cosas que hacer en Tréveris
En ningún otro lugar de Alemania podrás observar tantos artefactos tan bien conservados de la época romana. Aprovecha una oportunidad para conocer los baños imperiales y la puerta que queda, para capturar el ambiente y la cultura de la época. Tréveris también figura en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que incluye ruinas romanas, una catedral del siglo IV y la Iglesia de Nuestra Señora, que data del siglo XIII.
Consejos sobre Tréveris
Aunque los baños imperiales nunca se terminaron debido a la decadencia del Imperio Romano, 30 años de construcción dejaron intrincados túneles subterráneos y un complejo de tuberías y hornos. El lugar se puede explorar y ofrece una experiencia única, entre otras cosas que ver en Tréveris. Además, puedes visitar el museo del período romano para conocer los dos mil años de historia de la ciudad, incluyendo arte romano, como mosaicos, monedas, joyas y mucho más.
Cochem, Renania-Palatinado
Cochem, la capital de distrito más pequeña de Alemania, cuenta con apenas 5.000 habitantes. Es una de las ciudades alemanas más bellas, conocida por el impresionante castillo de Cochem, el Schloss Reichsburg, y su festival anual del vino. También influenciada en gran medida por los romanos, la ciudad no consiguió conservar muchos monumentos de aquella época, pero sí continuó con la gran tradición de la vinicultura.
Cosas que hacer en Cochem
Aunque el castillo de Cochem fue reconstruido en el siglo XIX, algunos de los elementos originales quedaron intactos. El castillo, uno de los lugares más destacados para visitar en Cochem, ofrece una vista panorámica del río Mosela y de toda la ciudad.
Consejos sobre Cochem
Lo más destacado de la historia de la ciudad es su tradición vinícola, que incluye un festival anual. Como una de las cosas que ver en Cochem, puedes viajar a la ciudad para sumergirte en la cultura local y participar en varias catas de vino en agosto de cada año. El festival también incluye una comida regional medieval que consiste en pan de centeno, caldo de carne, carne de pavo, queso, frutos secos y pan plano. La comida va acompañada de la interesante narración de historias de tiempos medievales, y de espectáculos en vivo.
Potsdam, Brandeburgo
Probablemente el hecho más conocido de la ciudad sea la famosa conferencia de Potsdam en 1945 que decidió el futuro de la Alemania ocupada. Sin embargo, existe un sinfín de lugares que visitar en Potsdam, tanto arquitectónicos como naturales. De hecho, cuatro de sus parques locales están protegidos por la UNESCO, entre ellos el Parque Sanssouci, el Jardín Nuevo, el Parque Babelsberg y el Parque Sacrow. Únete a una de las excursiones a pie por Potsdam para explorar la belleza de la flora y la fauna locales.
Cosas que hacer en Potsdam
En comparación con las otras ciudades de la lista, Potsdam no es un lugar pequeño, sino que alberga a 180.000 personas. Además de numerosos parques y castillos, puedes explorar un barrio holandés proyectado por un arquitecto neerlandés en el siglo XVIII. El Neues Palais es un enorme palacio barroco erigido para impresionar a los forasteros con su tamaño, majestuosidad, estilo rococó y arte único. Entre las cosas que hay que ver en Potsdam está la villa de Alexandrowka, construida en la década de 1820 por Federico Guillermo III en memoria del zar ruso Alejandro I. Aunque la ciudad carece del encanto medieval de otras pequeñas ciudades alemanas, su impresionante historia y sus magníficos parques valen la pena con la visita.
Consejos sobre Potsdam
Cada año, durante el mes de junio, el parque Sanssouci de Potsdam celebra un festival de música dedicado a representar ese arte rítmico de varias épocas en presentaciones con información histórica. Aquí se puede escuchar música auténtica de la Edad Media o del Barroco, así como algunas melodías modernas. Esta atracción de Potsdam sigue siendo una tradición anual desde 1954 y cuenta con decenas de actuaciones a lo largo de tres semanas.
Görlitz, Sajonia
Una de las características más fascinantes de la ciudad es su convivencia con la ciudad polaca llamada Zgorzelec. Lo único que separa a las dos ciudades es un río y un puente que hace que la línea entre ellas sea bastante borrosa. Otro hecho destacable es que la ciudad no se vio afectada por las destructivas guerras del siglo XX y aún conserva el estilo medieval, emparejado con la arquitectura del siglo XIX. De hecho, Görlitz tiene un ambiente tan único e increíble, que ha sido escenario de algunas películas, como Valkiria, La vuelta al mundo en 80 días y El gran hotel Budapest, entre otras.
Cosas que hacer en Görlitz
Construida en la década de los 1400s, la iglesia de San Pedro y San Pablo es una atracción turística habitual y cuenta con un famoso Órgano del Sol que es una obra de arte en sí mismo. Si se visita entre abril y octubre, hay que pasar por la iglesia para escuchar el concierto de música de órgano. Otra actividad divertida es cruzar el puente al otro lado del río para acabar en Polonia. Como ambos países están en la zona Schengen, no hay control aduanero y cualquiera puede visitar la otra orilla en cualquier momento.
Consejos sobre Görlitz
La atracción más famosa de Görlitz es La Excursión del Cine, que muestra los lugares de rodaje de las películas mencionadas. Especialmente si eres un fan de alguna película que se rodó allí, disfrutarás reconociendo los lugares y edificios que aparecen en ella.
Conclusión
Como puedes ver, las pequeñas ciudades y pueblitos alemanes tienen mucho que ofrecer, desde una magnífica arquitectura medieval, paisajes impresionantes y encantadoras fiestas locales, hasta vitales puntos de interés históricos. Únete al próximo viaje en el sitio web de free tours y redescubre Alemania de nuevo.