Dónde comer en Milán: restaurantes baratos y platos típicos
Comer en Milán y degustar sus sabores mediterráneos será una de las experiencias más agradables que le puedes regalar a tu paladar.
Sabemos que la gastronomía italiana se considera como una de las mejores a nivel mundial. Pero además en esta ciudad encontrarás una extensa variedad de platos y aperitivos únicos: carpaccio, ossobuco de ternera, risotto, bresaola, cotoletta y muchos más.
A continuación, te dejamos una serie de recomendaciones para comer barato en Milán, incluyendo una selección de restaurantes económicos con auténticos platos italianos que te dejarán boquiabierto.
Es fácil caer en la tentación de comer en cualquier sitio turístico que te encuentres en cada esquina. Y es que los restaurantes en el centro de Milán no se caracterizan por ser precisamente económicos: en la mayor parte de establecimientos que encontrarás en la galería Vittorio Emanuele ll un plato de pasta gira en torno a los 20 euros. ¿Qué alternativas tienes? Adéntrate en las calles de la ciudad de la moda en busca de una trattoria. Básicamente, se diferencia de un restaurante en que es menos refinada, más familiar y suelen servir comida casera de la región.
Si quieres saborear la comida típica de Milán, en la Madonnina encontrarás una carta con recetas 100% lombardas. Te recomiendo especialmente el ossobuco de ternera, plato característico de la región que consiste en gruesas lonchas de ternera con el hueso y la médula guisadas en una salsa compuesta de cáscara de limón, ajo, romero, salvia y perejil.
Si te decantas por la cotoletta alla milanese, descubrirás otro modo de cocinar la ternera, rebozada con migas de pan enriquecidas con una pizca de nuez moscada y queso parmesano.
Y no nos olvidemos del famoso risotto. ¡En este restaurante lo preparan muy cremoso y delicioso! Sin duda, esta es una de las mejores trattorias donde comer en Milán.
Dirección: Via Gentilino, 6.
El plato típico por excelencia es el polpette al ragù, riquísimas albóndigas de carne cubiertas de salsa ragú.
Mientras los clientes saborean la comida, los camareros desprenden simpatía cantando la tarantela napolitana al ritmo de panderetas. Una experiencia con la que los milaneses pueden escaparse de su ajetreada vida para dejarse atrapar por la vivacidad y despreocupación que caracteriza a la gente de Nápoles.
Dirección: Largo Corsia Dei Servi, 11.
Viajar a Italia y no tomarse un Spritz es como ir a Francia y no probar un croissant. El aperitivo italiano remonta sus orígenes en el siglo XIX, cuando los soldados del Imperio Austríaco asentados en territorios venecianos amortiguaban la intensidad alcohólica del vino local añadiéndole gas o soda. Este cóctel tuvo su auge en el noreste italiano en la década de los 70 y a día de hoy es reconocido a nivel mundial.
Al pedir un Spritz puedes encontrarlo en dos versiones: uno preparado con Aperol y otro con Campari. Ambos son elaborados con prosseco y soda, pero el que contiene Aperol tiene un sabor más dulzón y menos amargo. Si no eres muy fanático del bíter y no quieres decirle adiós a Italia sin probar su conocido aperitivo, con esta bebida acertarás.
Si para comer en Milán la trattoria es la opción más asequible, también puedes cenar y quedarte lleno por un módico precio de alrededor de 10 euros. ¿Cómo? Gracias a la happy hour que ofrecen muchos locales, donde solo tienes que elegir una bebida y podrás disfrutar de un bufé con una amplia diversidad de alimentos como pizza, verduras a la parrilla, quesos, carnes y pasta.
Normalmente se sirve de las 18 a las 22 h, momento del día en el cual los milaneses se relajan para disfrutar de un buen aperitivo. Más vale no dejar escapar esta oferta y acompañar el Spritz saboreando una pequeña parte de la cocina italiana.
Un clásico es tomarse el aperitivo en el barrio Navigli de Milán, donde fluyen las aguas del canal que años atrás conectaba la capital lombarda con los países del noroeste de Europa. Si te acercas a esta zona tan concurrida para cenar, aprovecha la happy hour y siéntete como un milanés entre el gentío.
Para ello te sugiero un local llamado Spritz (Ripa di Porta Ticinese, 9), que ofrece deliciosa comida italiana y en el que, por no ser demasiado grande, podrás evitar los aglomeramientos delante del bufé.
¿Te apetece un happy hour en el centro de ciudad? El Bar Straf, situado a una calle del Duomo (Via San Raffaele, 3) tiene cócteles riquísimos y preparan una variedad de platos made in Italy que están para chuparse los dedos.
El cobro del coperto, que equivale normalmente a dos o tres euros por cada comensal, deja perplejos a muchos turistas. En Italia, los propietarios de los restaurantes solicitan el coste del uso de manteles, servilletas, platos, cubiertos y la posterior limpieza del lugar ocupado por el cliente.
Esta práctica se remonta a la Edad Media, ya que en aquel entonces los clientes traían su propia comida a las tabernas y pagaban por el uso de la mesa y la cubertería.
Ten en cuenta que hoy en día el dinero recaudado de este modo generalmente termina en el bolsillo del propietario, en lugar de ser repartido como es debido entre el personal del comedor. ¿Mi humilde consejo? Al comer en Milán está en tus manos dejar o no dejar propina, no estás obligado a hacerlo.
Como puedes ver, a pesar de que Milán sea una de las ciudades italianas más caras, tiene alternativas asequibles para disfrutar de la rica gastronomía nacional. Milán tiene un encanto especial y es por ello que, año tras año, recibe millones de turistas de todo el mundo.
Muchos de ellos visitan la ciudad para darse un capricho en las tiendas de ropa más caras y prestigiosas del mundo, concentradas principalmente en la emblemática galería Vittorio Emanuele ll, que se encuentra justo al lado de la famosa Piazza del Duomo (puedes descubrir este y otros lugares emblemáticos en un free tour por Milán). Sin embargo, cabe recalcar que Milán es también un destino fantástico para hacer turismo gastronómico.
¡Toma nota y disfruta de la bella Italia!
Por Irene Lara
Sabemos que la gastronomía italiana se considera como una de las mejores a nivel mundial. Pero además en esta ciudad encontrarás una extensa variedad de platos y aperitivos únicos: carpaccio, ossobuco de ternera, risotto, bresaola, cotoletta y muchos más.
A continuación, te dejamos una serie de recomendaciones para comer barato en Milán, incluyendo una selección de restaurantes económicos con auténticos platos italianos que te dejarán boquiabierto.
Restaurantes baratos donde comer en Milán
Es fácil caer en la tentación de comer en cualquier sitio turístico que te encuentres en cada esquina. Y es que los restaurantes en el centro de Milán no se caracterizan por ser precisamente económicos: en la mayor parte de establecimientos que encontrarás en la galería Vittorio Emanuele ll un plato de pasta gira en torno a los 20 euros. ¿Qué alternativas tienes? Adéntrate en las calles de la ciudad de la moda en busca de una trattoria. Básicamente, se diferencia de un restaurante en que es menos refinada, más familiar y suelen servir comida casera de la región.
Trattoria Madonnina
Si quieres saborear la comida típica de Milán, en la Madonnina encontrarás una carta con recetas 100% lombardas. Te recomiendo especialmente el ossobuco de ternera, plato característico de la región que consiste en gruesas lonchas de ternera con el hueso y la médula guisadas en una salsa compuesta de cáscara de limón, ajo, romero, salvia y perejil.
Si te decantas por la cotoletta alla milanese, descubrirás otro modo de cocinar la ternera, rebozada con migas de pan enriquecidas con una pizca de nuez moscada y queso parmesano.
Cotoletta alla milanese con funghi.
Y no nos olvidemos del famoso risotto. ¡En este restaurante lo preparan muy cremoso y delicioso! Sin duda, esta es una de las mejores trattorias donde comer en Milán.
Dirección: Via Gentilino, 6.
Ver más: Tours y visitas guiadas gratuitas en Milán
La Trattoria da Nennella
Trasladarte del norte al sur de Italia sin salir de Milán es posible. A pocos minutos del Duomo encontrarás la Trattoria da Nennella, que ofrece gastronomía y alegría al más puro estilo napolitano. Probablemente, lo primero que te vendrá a la cabeza es probar una pizza napolitana, pero esta trattoria ofrece otras exquisitas recetas de la región que vale la pena probar.
El plato típico por excelencia es el polpette al ragù, riquísimas albóndigas de carne cubiertas de salsa ragú.
Polpette di carne.
Mientras los clientes saborean la comida, los camareros desprenden simpatía cantando la tarantela napolitana al ritmo de panderetas. Una experiencia con la que los milaneses pueden escaparse de su ajetreada vida para dejarse atrapar por la vivacidad y despreocupación que caracteriza a la gente de Nápoles.
Dirección: Largo Corsia Dei Servi, 11.
Spritz, símbolo del aperitivo a la italiana
Viajar a Italia y no tomarse un Spritz es como ir a Francia y no probar un croissant. El aperitivo italiano remonta sus orígenes en el siglo XIX, cuando los soldados del Imperio Austríaco asentados en territorios venecianos amortiguaban la intensidad alcohólica del vino local añadiéndole gas o soda. Este cóctel tuvo su auge en el noreste italiano en la década de los 70 y a día de hoy es reconocido a nivel mundial.
Al pedir un Spritz puedes encontrarlo en dos versiones: uno preparado con Aperol y otro con Campari. Ambos son elaborados con prosseco y soda, pero el que contiene Aperol tiene un sabor más dulzón y menos amargo. Si no eres muy fanático del bíter y no quieres decirle adiós a Italia sin probar su conocido aperitivo, con esta bebida acertarás.
Aperol Spritz.
Salir a tomarse un Spritz para reunirse con familiares o amigos es un ritual que se practica principalmente en el norte de Italia, aunque hoy día se está expandiendo por todo el país. El aperitivo italiano es tan popular como el Martini en España, que se toma los domingos antes de la comida principal. El Spritz, en cambio, se suele servir en bares y terrazas a partir de las 6 de la tarde, convirtiéndose desde hace pocos años en un cóctel afterwork.
Dónde cenar en Milán
Si para comer en Milán la trattoria es la opción más asequible, también puedes cenar y quedarte lleno por un módico precio de alrededor de 10 euros. ¿Cómo? Gracias a la happy hour que ofrecen muchos locales, donde solo tienes que elegir una bebida y podrás disfrutar de un bufé con una amplia diversidad de alimentos como pizza, verduras a la parrilla, quesos, carnes y pasta.
Normalmente se sirve de las 18 a las 22 h, momento del día en el cual los milaneses se relajan para disfrutar de un buen aperitivo. Más vale no dejar escapar esta oferta y acompañar el Spritz saboreando una pequeña parte de la cocina italiana.
Barrio Navigli
Un clásico es tomarse el aperitivo en el barrio Navigli de Milán, donde fluyen las aguas del canal que años atrás conectaba la capital lombarda con los países del noroeste de Europa. Si te acercas a esta zona tan concurrida para cenar, aprovecha la happy hour y siéntete como un milanés entre el gentío.
Para ello te sugiero un local llamado Spritz (Ripa di Porta Ticinese, 9), que ofrece deliciosa comida italiana y en el que, por no ser demasiado grande, podrás evitar los aglomeramientos delante del bufé.
¿Te apetece un happy hour en el centro de ciudad? El Bar Straf, situado a una calle del Duomo (Via San Raffaele, 3) tiene cócteles riquísimos y preparan una variedad de platos made in Italy que están para chuparse los dedos.
Las propinas en los restaurantes de Milán
El cobro del coperto, que equivale normalmente a dos o tres euros por cada comensal, deja perplejos a muchos turistas. En Italia, los propietarios de los restaurantes solicitan el coste del uso de manteles, servilletas, platos, cubiertos y la posterior limpieza del lugar ocupado por el cliente.
Esta práctica se remonta a la Edad Media, ya que en aquel entonces los clientes traían su propia comida a las tabernas y pagaban por el uso de la mesa y la cubertería.
Ten en cuenta que hoy en día el dinero recaudado de este modo generalmente termina en el bolsillo del propietario, en lugar de ser repartido como es debido entre el personal del comedor. ¿Mi humilde consejo? Al comer en Milán está en tus manos dejar o no dejar propina, no estás obligado a hacerlo.
Como puedes ver, a pesar de que Milán sea una de las ciudades italianas más caras, tiene alternativas asequibles para disfrutar de la rica gastronomía nacional. Milán tiene un encanto especial y es por ello que, año tras año, recibe millones de turistas de todo el mundo.
Muchos de ellos visitan la ciudad para darse un capricho en las tiendas de ropa más caras y prestigiosas del mundo, concentradas principalmente en la emblemática galería Vittorio Emanuele ll, que se encuentra justo al lado de la famosa Piazza del Duomo (puedes descubrir este y otros lugares emblemáticos en un free tour por Milán). Sin embargo, cabe recalcar que Milán es también un destino fantástico para hacer turismo gastronómico.
¡Toma nota y disfruta de la bella Italia!
Por Irene Lara
